El paraguas “Terapias de tercera de generación (TTG)” da cobijo a una serie de terapias heterogéneas, que tienen algunas características comunes. Una de ellas es Mindfulness.
Las TTG tienen como principio terapéutico el abandono de la “lucha contra los síntomas”. No se trata de eliminar los síntomas sino de tomar conciencia y modificar la experiencia subjetiva que el sujeto tiene de ellos. Muchos de los síntomas considerados “negativos” (estrés, ansiedad…) en realidad tienen un valor adaptativo; huir de ellos, paradójicamente, a veces solo contribuye a aumentar el malestar y el miedo.
El papel que desempeña Mindfulness viene implícito en las prácticas formales e informales que se incorporan en los distintos protocolos (*MBSR, MBCT) y Terapias (* ACT, DBT, BA, MCT). Mindfulness es una base para la incorporación de los conceptos, enfoques y destrezas. En concreto:
- Ayuda a las personas a “darse cuenta” de lo que está sucediendo (toma de conciencia), ayuda a observar y experimentar sin reaccionar; ayuda a focalizar en el momento presente (ni pasado, ni futuro). En línea con la afirmación de Kabat-Zinn … “al atender intencionalmente a la experiencia propia, momento a momento, aceptándola y sin juzgarla.” desarrollamos una nueva perspectiva sobre los pensamientos y sentimientos, en la que se les reconoce como eventos mentales y no como aspectos del ser o reflejos exactos de la realidad.
- Disminuye la incidencia del lenguaje (pensamientos) como elemento distorsionador de la experiencia real. La observación de los pensamientos ayuda en el proceso de defusión cognitiva y en el proceso de aceptación de las experiencias reales, aun cuando dichas experiencias se persiga cambiarlas. Sólo reconociendo y aceptando los hechos puede plantearse su cambio. A través de la defusión disminuye el poder que el lenguaje en su forma de pensamiento tiene sobre nosotros, restando fuerza al poder de la rumiación cognitiva en las vivencias diarias.
- La práctica de Mindfulness ayuda a desarticular el piloto automático propio del modo “hacer” para pasar al modo “ser”. Permite observar nuestra autocrítica y rumiación desde un segundo plano, favoreciendo el descentramiento y la aceptación.
- Favorece la flexibilidad psicológica (componente importante en las TTG, especialmente relevante en ACT) que a través de la aceptación y las técnicas de defusión cognitiva ayuda a cambiar las relaciones con las propias cogniciones y sentimientos, en vez de tratar de eliminarlos, suprimirlos o cambiar su contenido.
Las habilidades Mindfulness contrarrestan la tendencia a escapar de las experiencias dolorosas mediante la toma de conciencia y la aceptación.